Un jamelgo pardo en un centro de ecuestre cabalga sobre las ordenes de una jinete

Una joven amazona se preparar para cabalgar en su caballo en la tierra blanca del picadero.

Durante una clase de hípica, en un centro de ecuestre -lugar donde se practica la equitación-, se encuentra una muchacha, robusta y enérgica. Viste con la ropa de montar: un chalet negro de protección, una camiseta de manga corta azul y unas mallas de montar beis. Todo ello, para su máxima protección y comodidad. Es una jinete camuflada para comenzar a galopar.

Se dirige hacia el robusto caballo pardo con la crin morena y despeinada, como si llevara días sin ser peinado. Sus orejas picudas, están atenta al ejercicio de la joven. Ella, con un ágil movimiento, se agarra bien a la silla del jamelgo. Primero un brazo y seguido el otro. Sube su pierna izquierda con un pensamiento rápido, casi sin pensarlo. Seguido de un fuerte impulso acaba subiéndose con su pierna derecha y sentándose en la silla de montar.

Coge las riendas y se dirige a la pista central. Su compañero detrás le sigue en el trote, con su caballo blanco como la nieve. El caballo pardo va cogiendo velocidad. Ella con su pose profesional para no caerse, le acompaña en el afán.  La clase llega a su fin parando la marcha del jaco. La joven se baja de él, con la misma velocidad que se había subido al comienzo. Primero posando una pierna y después la otra.