Magia, fantasía, naturaleza, marionetas y un sistema matriarcal. Son los elementos que unifica Netflix en su producción de diez capítulos para enseñarnos la tierra de Thra y sus habitantes, como los Skeksis o los Gelflings.
Aunque Netflix haya traído el mundo de Thra a nuestros días, digitalizando sutilmente marionetas y escenarios construidos en maquetas, la idea original procede de la película Cristal Oscuro (1982) de Jim Henson. El padre de los Teleñecos y de Barrio Sésamo trajo a la vida todas las criaturas de la serie, pero creó una limitada descripción del inmenso mundo que había imaginado.
De está forma la nueva producción hace que el espectador investigue más por las diferentes tierras, los diferentes clanes y las especies que la viven en Thra. La precuela comienza contando la historia de los siete clanes de Gelflings y la forma en la que se dañó el Cristal de la Verdad, el corazón y la fuente de la vida de Thra, por los planes egoístas de los Skeksis, una especia invasora y mentirosa. En la actualidad de la serie, todos los clanes están controlados, sin que ellos lo sepan, por estos carroñeros. Cuando los Gelflings descubren los planes reales de los Skeksis, la trama hace un giro para iniciar la rebelión de los clanes y conseguir salvar el «corazón» de Thra.
Hay que destacar los enormes e imponentes escenarios y la creatividad e ingenio por los que están diseñados y construidos, ya que no hay que olvidar que toda la película está hecha con marionetas y maquetas reales del mundo de Thra. La serie se enfrentaba a un doble reto: atraer la atención de las nuevas generaciones hacia el mundo de las marionetas -que se había olvidado con las nuevas formas de animación- y mantener el legado que dejo Henson. Y se pude decir que han superado las expectativas, aportando mejoras en la expresividad de los títeres con un ligero y discreto retoque digital; y con la creación de grandes panorámicas con movimientos envolventes de la cámara. Y todo sin perder la esencia, pues en todo momento son las marionetas las que crean la historia.
RELACIÓN CON «LA CIUDAD DE LAS DAMAS» DE CHRISTINE DE PIZAN
En Cristal Oscuro: La era de la resistencia el espectador verá viajes fantásticos, objetos místicos, bellas canciones, espadas majestuosas y romances inesperados. Pero verá algo que no es tan común en la pequeña pantalla: un mundo gobernado por mujeres. Pues se muestra una sociedad Gelfling matriarcal, cada clan está liderado por una «maudra» y de todas ellas hay una que gobierna por encima de las demás «la pan-maudra», qué es elegida entre todas ellas.
Un mundo con este sistema se ha visto en pocos audiovisuales, aunque la idea principal se remonta a la obra de Christine de Pizan en el Renacimiento, La ciudad de las damas (1405). El texto está escrito en un género innovador es la época, el género «utópico», ya que trata de un mundo utópico. De Pizan escribía sobre un mundo gobernado por mujeres para mujeres, creando una sociedad sin guerras. Y aunque en la serie hay películas, se muestra como éstas vienen impulsada por los varones y ellas son las que consiguen unificar el poder de Thra.
La ciudad de las damas retrata algunos problemas que aun hoy sigue existiendo en nuestra actualidad, como el de utilizar la fuerza física para resolver soluciones que según De Pizan sería un mundo menos violento si se utilizara la comunicación. En su texto ofrece una reflexión profunda sobre los problemas que afectan solo a las mujeres, como la violación, los malos tratos, las dificultades de acceso al conocimiento, o la necesidad que tienen las mujeres de recuperar una historia propia. Estas características se pueden apreciar en algunos personajes como el de Brea o Deet, dos Gelflings de diferentes clanes, que buscan el conocimiento, el prestigio y la importancia que no les quieren dar por ser feminas o incluso a la hora de la verdad no las creen cuando predicen los perversos planes de los Skeksis. Buscan a lo largo de los episodios su espacio protagonista y lo consiguen al ser dos piezas fundamentales para salvar el Cristal de la Verdad y el mundo de Thra.
De Pizan es una de las grandes pioneras del feminismo que fue capaz de publicar sus obras en el Renacimiento. Exalta sobre todo su capacidad femenina de elaborar consenso y desarrollar estrategias de paz para la convivencia. Es un ejemplo de que las mujeres no estaban totalmente al margen de la producción intelectual en el renacimiento, las damas nobles eran educadas tanto o más que los hombres, aunque han sido calladas por la sociedad.
Escrito para NotMusas
